Estanislao
Leído Estanislao:
Voy a empezar por enumerar las formas en las que podría decirte lo que quiero decirte, pero sin decirlo con mis palabras:
1- Sé que leíste un par de veces el poema “el pibe de oro”, de Mariano Blatt (claro que lo leíste). Y ahí dice, de muchas formas, una parte de lo que me hacés sentir. Si pudiera, volvería el tiempo atrás y lo escribiría yo, con tu cara entre las cejas, mientras escupo cada línea. Pero ya que no puedo, me gustaría hablar con Mariano, contarle sobre vos y preguntarle si le parece bien que ilustremos el poema con tu cara. Estoy bastante segura de que no le molestaría.
2- Nathy Peluso dice “pa qué contarte dónde vivo si tú eres mi casa”.
3- ¿Escuchaste Weird Fishes/ Arpeggi, de Radiohead?
4- ¿Thinking bout you, de Frank Ocean, te suena?
5- ¿Y Joey, de Concrete Blonde? Estoy casi segura de que esta última no, porque es una joyita ochentosa que me guardo para mí, cuando pienso en vos.
Ahora sí, con mis palabras. Nunca pensé que un paseo en bicicleta podría ser tan lindo, hasta que me caí de cara al piso para no llevarte puesto y después, mientras te reías de mí, me diste las dos manos para ayudarme a levantarme. Las calesitas siempre me parecieron hermosas, imaginate cuando me encontré una dentro de una habitación con cortinas rojas y vos sentado arriba de un caballo de plástico, esperándome. Pero la mejor parte de todas es esa en la que fui a tu casa y pisé el pis de tu perro descalza. ¿Te esperabas una carta de amor con amor de verdad? Yo sé que no. Con lo que me gusta hacerme la anti y hacerte enojar, no esperarías eso de mí jamás.
Otra de mis partes preferidas fue cuando nos las arreglamos para jugar al Titanic sobre tierra. Yo lo veo así: una semana de amor que fue creciendo enrevesado, medio tímido al principio y con besos re salvajes al final. Nos faltó la escena de la mano contra el vidrio empañado, pero tenemos una en la que yo intento darte un beso pegando un salto y te pego un cabezazo. Mirá, hasta nos parecemos físicamente a DiCaprio y Winslet. Podemos hacer una adaptación al 2018 en la que nadie muere y lo más cercano al colapso con un iceberg es cuando se te pincha la rueda de la bici. La tabla es tu colchón sin cama en el que nos acomodamos para entrar los dos. La parte en la que bailan borrachos es cuando borrachos nos convencimos de ir a la cancha y al otro día nos arrepentimos. Pensalo, nos podemos llenar de plata, irnos a la selva a tomar ayahuasca, adoptar un par de bebés coreanos como hizo doble D, escribir un montón de poemas bajo el cielo de Japón, bailar semidesnudos dejando que la tierra nos tire de los dedos de los pies.
Es la primera vez que escribo sobre vos y siento que de alguna manera estoy intentando ganarle a todos los poetas de nuestra generación, buscando describir con palabras justas y exactas lo que es para mí este amor, o cualquiera que se le parezca. Imaginate si pudiera. Imaginate si pudiera. Ya no habría más poemas. “CORDOBESA ENAMORADA A LA DISTANCIA LOGRA DESCRIBIR EL AMOR CON PRECISIÓN, CREA UN PUENTE EN EL LENGUAJE, YA NADIE PUEDE SEGUIR ESCRIBIENDO”.
Desde la última vez que nos vimos, me empezó a doler la cabeza. El médico me dijo que los cerebros normales son lisos, pero que los pensamientos los van surcando y últimamente vos caminás tanto por mi cabeza que ya tenés surcos con tu nombre.
Ahora que te conté todas estas cosas, ahora que ya sabés, voy a dejar todo limpio y ordenado por si querés venir, me voy a poner los lentes para verte bien cuando muevas las manitos ~así~ ilustrando tus palabras, voy a llevar una cremita de enjuague encima por si pinta escapada al Sahara a tirar alguna magia y se me enreda el pelo de tanto caminar. Podemos mechar con un poquito de mar, vos me mirás desde la orilla y, si querés, me dibujás. Yo desde adentro voy a estar pataleando esperando las olas que vengan y me empujen hacia donde estás vos.
Podemos vernos cada mes, mes y medio, y no extrañarnos tanto, pero sabemos cómo termina esto. Alguno de los dos, en un tiempo, con el corazón roto en la mano usándolo de tinta para escribir sobre el otro. Quizás para ese entonces vos estés en alguna selva, pensando en todo menos en mí. Quizás sea yo la que esté en algún otro lugar, lejos de la segunda ciudad más podrida del país, extrañando los días de mucho calor, dándonos besos después de viajar un montón para vernos.
¿Vos sabés lo que te espera cuando enamorás a una poeta autoproclamada?
Tendrías que escuchar el tono con el que mi cabeza me habla de vos.
Bio
La carta la escribió Boris (@vmbboris) en 2019. Vive en Córdoba y publicó “Te convertí en literatura y encima te quejás” por Hiedra Editora.
Nota de las editoras
Esta carta nos enfrentó a varios desafíos de grabación. Por un lado, un listado con muchas palabras en inglés. ¿Cómo pronunciarlas? Era momento de tomar una decisión y establecer un criterio para las cartas restantes. La buena noticia es que las canciones que tuvimos que nombrar nos acompañaron durante toda esa tarde. Particularmente, Joey se convirtió en una de mis canciones favoritas gracias a esta carta. Gracias, Boris, por ese regalo.
Por otro lado, estaba el desafío de leer el titular de un diario imaginario. Había que darle entonación de un comunicado contundente. Les confieso que por un momento me sentí esos hombres que vociferaban las noticias en la plaza pública. Todos nos acordamos de ese momento (3:07), fue muy divertido de grabar.